Y aquí seguimos los dos, después de todo,
ni tu ni yo sabemos que clase de mentiras
hemos acabado creyéndonos, para seguir en pié
ni cuantas veces nos hemos puesto serios
asomados frente a un espejo,
y nos hemos prometido que nos iría bien.
Y aquí seguimos los dos, tambaleándonos,
sin tener muy claro el por qué
después de todo, tu y yo sabemos
que no es esto, lo que elegimos ser.