Los niños están jugando en la calle
y sus gritos amortiguados
lamen perezosos el asfalto
de la tarde…
Una hora se esconde detrás de otra,
bajo la luz, el sudor huele a colonia,
y se evapora en nubes de fuego,
que se graban en la memoria…
Todo se consume, todo se agota,
todo se descubre, todo se llora,
se desvelan los secretos,
se derrumban pequeñas historias…
Y es así como las horas…
se anestesian para ser arrancadas,
así es como se quiebra una infancia,
y acaba siendo tan lejana…
Aquel niño está llorando en la calle,
y sus gritos de amor apagado
se despegan del asfalto,
se pierden en la tarde…………..
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Si yo pudiera,
si yo pudiera convertir en acero el cristal
Si yo pudiera,
romper en pedazos las pesadillas
Si yo pudiera,
convertir el cielo en mar
Si yo pudiera,
hacer que fueses siempre esa niña…
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