…Esa sensación cerrada flota libre en el ambiente,
como esos aromas que llevan escrito un nombre
en tu memoria y, tibiamente, se desvanecen
sin llegar a soltarse de la punta de la lengua.
Ya no puedo alargar la mano y tocar todo aquello
que he vivido, ni ser todo aquello que quise haber sido,
podría decir que hay una distancia casi insalvable
entre yo mismo, y el resto de cosas que me acompañan,
tanto es así… que podría hasta olvidarme de que existen.
Pero la realidad es bien distinta, la verdad es…
que no puedo olvidarlas, y siempre llevo conmigo…
el peso de tantas cosas, que pude haber sido y,
sin embargo, no fui, ni seré, y he perdido…
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