La frivolidad de mi alcoba,
la frigidez de mis pertenencias,
el caos sutilmente planificado
sobre mi ancha; cómoda mesa
Los libros apoltronados; esparcidos,
la puerta encajada; entreabierta,
esa imagen de un barco bravío
cruzando su mar inquieta
Las paredes rugosas; nevadas,
la ropa de la cama; deshecha,
y conocerte nunca tan bien
para guiarme por ti a tientas