Un día, parecido a este mismo,
imitado en sus mismos olores
impregnados de tierra, hojas, flores…
daba al verano por consumido
Rojo brillaba, naranja encendido
el sol sobre la cima de colores
trazada por los pájaros cantores
que dedican su esfuerzo al olvido
Y, encima, un vacío sepulcral
despuntaba a la noche y la Luna
devorando, sin parar, cada minuto
Y, encima, una estrella fugaz
invocada por las voces nocturnas
quiso al fin, que estuviésemos juntos
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