Mi juguete favorito era un trozo de pan.
¡Qué hambre había en aquellos años!
El hambre nos no dejaba jugar.
y jugando, el hambre matábamos.
No teníamos juguetes, bueno...Sí.
teníamos muchísima imaginación.
La caña de la escoba Un caballo.
una tabla y una cuerda.. Un camión,
Huesillos de cerdo, eran las tánganas,
las piedras eran la distracción preferida,
Y siempre cachetes y castigos,
raro era el que no venía con una herida.
Un año me trajeron Los Reyes un caballo.
Bueno, un palo con la cabeza de un jamelgo.
Y a mi hermana como un crucificado,
con los brazos abiertos, un rígido muñeco.
Muy temprano salí con mi caballo,
calle arriba, calle abajo, al trote.
Un par de horas y estaba ya cansado.
fuimos los dos a beber, agua a la fuente.
Yo metí el hocico de mi rocinante.
en el agua de pilón, del abrevadero.
Para que bebiera y mientras yo bebía,
la cabeza del caballo se había abierto.
Estaba hecho con hojas de periódicos.
con gachuela de harina aglutinadas.
Con ojos negros y negras bridas,
de pelo gris decían, que a mano pintadas.
Volví a mi casa hecho un mar de lágrimas,
con la cabeza del caballo toda deshecha.
Mi hermana había bañado a su muñeco,
también aquel pepón se había deshecho.
Vinieron las vecinas al escuchar los llantos,
a ver que lo que en mi casa ocurría.
Hubo risas y una con mucha gracia dijo:
¿Cómo ha llegado el A B C ?
¿Si hoy es día de Reyes
y los días de fiestas no se edita? |